Hace unos meses, conocimos a Raquel y Jose.
Una pareja que prácticamente desde el día que los conocimos, nos gustó su forma de ser y de cómo nos hicieron sentir con ellos.
Ese primer día, hablando surgió la idea de donde hacer la postboda y de cómo les gustaría y sacaron una idea al aire, son senderistas y les encantaría en la montaña.
La primera reacción nuestra, sabiendo que a nosotros también, fué…¿y porqué no?
Eso quedó ahí y llegó el día de la boda, que os dejamos una muestra porque sabemos que habéis venido a ver las otras 😉.
Pues bien, cuando empezamos a hablar seriamente de la postboda, surgió otra vez su idea.
Y esque, os queremos recordar, que nuestro trabajo se resume en conseguir lo que vosotros queréis, siempre que se pueda.
Esto se podía, asíque, salimos temprano para comenzar una ruta de una hora y algo que nos llevaría andando hasta nuestro destino, el Castillo de la Asomada, ese monte de fondo que se ve en la primera foto.
Por fin llegamos arriba, justo a tiempo, para montar un pequeño espacio donde cambiarse (¿veis como se puede en cualquier sitio?)
Justo a la hora que nos habíamos planteado, pudimos comenzar la sesión que ellos tenían en la cabeza y que querían de verdad, la que les hacía ilusión de verdad.
Así concluyó una idea que ellos tenían y nos dejaron plasmar, una idea de esas que nos gustan y nos hacen involucrarnos todavía más.
Y vosotros, ¿queréis unas fotos así donde os veáis tal y como sois?
Muchas gracias a nuestras parejas por dejarnos vivir estas cosas con ellos, y sobre todo por proponerlas.
Pero…¿de verdad creéis que terminó ahí?