Hay personas que llevas viendo desde que eres pequeño y con las que al final, el día de su boda, tu comodidad es mucho mayor, sobre todo cuando ya conoces a un montón de invitados y familia, hace que puedas estár allí como uno más.
La boda de Ana y Pedro en el magna la quinta fue de esas, bonitas, familiares y sobre todo, muy muy disfrutadas.
Que bonito es ver que tenéis cerca de vosotros gente que os quiere tanto.